El nivel de humedad es muy importante en las industrias farmacéuticas. Una humedad errónea en la producción de productos farmacéuticos puede provocar una degradación de los ingredientes activos o que el producto final no cumpla la calidad requerida. El secado de productos sensibles a la temperatura también es algo que se beneficia enormemente de la deshumidificación. En conjunto, esto puede aumentar significativamente la eficiencia de la planta de producción. Esa es la razón por la que, hoy en día, la mayoría de las compañías farmacéuticas siempre incluyen la deshumidificación cuando diseñan una nueva instalación de producción.

Numerosos productos y procesos químicos son sensibles a la humedad. Por ejemplo, la producción de plástico suele requerir una humedad relativa baja para que el plástico mantenga la calidad correcta. La laminación del vidrio, p. ej. parabrisas para coches, requiere un bajo contenido de humedad cuando las láminas de cristal se pegan entre sí. Debido al hecho de que numerosos productos químicos son higroscópicos en alguna medida (atraen el vapor de agua), se requiere un control climático para que los productos mantengan la calidad deseada.

Numerosas unidades de deshumidificación instaladas en industrias químicas o farmacéuticas están equipadas con módulos previos o posteriores que contienen serpentines calentadores o enfriadores. En ese caso, a menudo se suministra este aire a una humedad y temperatura tratada para que la sala donde se realiza la producción esté limpia/seca.

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