Humidificación y control
de humedad en el hogar

En las estaciones frías, cuando los sistemas de calefacción secan los ambientes interiores, el aire puede llegar a caer hasta el 40% de humedad relativa.(rH). En este nivel, el aire absorbe humedad de cualquier fuente disponible. Esto incluye nuestros cuerpos, materiales tales como madera o textiles, nuestras mascotas e incluso los materiales con que está construida nuestra casa. Esto no sólo nos hace sentir deshidratados sino que puede acarrear serias consecuencias para nuestra salud.

Enfermedades - La transmisión de microorganismos aerobios, tales como influenza, se reduce significativamente cuando la humedad supera el 40%rH. Además, las mucosas de nuestra nariz y garganta son una defensa natural contra los agentes contaminantes del aire. Cuando se secan, nuestro sistema inmunológico se ve debilitado.

Piel y cabello - Un ambiente seco vuelve la piel más propensa a agrietarse, especialmente en las manos, y puede también hacer que el cabello pierda brillo y las puntas se abran.

Madera - Los pisos, muebles y otros objetos de madera pueden sufrir deformaciones y eventualmente agrietarse en un ambiente seco.

Polvo - La humedad atrapa al polvo y lo hace precipitar. Por el contrario cuando el aire está seco contiene más polvo y agentes contaminantes aéreos.

Mascotas - Los perros y gatos se ven afectados tanto como los seres humanos con el ambiente seco. En especial las mascotas de climas tropicales, tales como loros, pueden enfermarse gravemente.

Lo que hay que saber sobre humedad en el hogar

Abrir las ventanas no será muy útil porque el aire frío trae muy poca humedad. Cuando entra en una casa que está calefaccionada, su humedad relativa baja considerablemente.
El nivel de humedad ideal para la salud y el bienestar humano es entre 40-60%rH.
Se puede monitorear la humedad de una habitación con un higrómetro. Un humidistato controla la humidificación o deshumidificación del mismo modo que un termostato controla un calefactor o aire acondicionado.
Respirar aire seco dificulta la toma de oxígeno y la transferencia del mismo al torrente sanguíneo. Fatiga, cansancio y atención reducida son algunos síntomas de la falta de oxígeno.
Una humedad superior a 40%RH disipa naturalmente la acumulación electrostática.